Por mucho amor que de mi padre recibiera,
no se lo pagué, ya que de niño
no reconocía el valor del don,
y de hombre me hice igual que los hombres, y duro.
Ahora, un hijo me crece, tan bienamado
como ninguno fuera la delicia de un corazón de padre,
y yo pago lo que en su tiempo recibí
con él, que no me lo dio... ni me lo devuelve.
Pues al hacerse hombre y pensar como los hombres,
él, al igual que yo, hará su propio camino;
nostálgico pero sin envidia lo veré,
dando a mi nieto aquello que a mí me corresponde.
Lejos en la sala de los tiempos mi mirada va,
contenida y serena, observando el juego de la vida:
la bola de oro de cada cual, sonriente, pasa
y ninguno la bola de oro devolvió.
Mi trabajo como terapeuta es una fuente constante de reflexión, descubrimiento, aprendizaje, emoción,afecto ... Cada vez que alguien me permite pasar a su "cámara sagrada" me honra y me da la posibilidad de aprender y comprender algo más, en ese camino compartido.Este es también un espacio para compartir ideas, aprendizajes, descubrimientos.
mail de contacto: silviajlerner@gmail.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario